sábado, 27 de marzo de 2010

Conectados con otros


Desde sus orígenes, internet fue creado con la intención de poder conectarse libremente con otros a través de diferentes puentes en el cyberespacio. Este interés ha ganado cada vez más importancia y ha llevado a desarrollar espacios interesantes de encuentro. Las redes sociales y todos aquellos espacios semejantes, vienen facilitando las cosas para saciar ese hambre de encuentro. Por un lado permite positivamente poder conocer a mucha gente y establecer vínculos, compartiendo fotos, textos, videos y hasta música entre otras cosas que nos interesen. La vida se vuelve pues con estos medios mucho más ocupada para las generaciones "Y" y "Z" a diferencia de los jóvenes de otras generaciones. Pasan muchas horas al día conectados, unos estudios estadísticos muestran que en los países desarrollados pasan un promedio de 8.5 horas al día y que inclusive llegan hasta más de 18 horas diarias, que es el caso de Corea del Sur.
Estos medios permiten que estén enterados al momento de los diferentes acontecimientos cercanos o lejanos, como también, como parte de la misma dinámica, hay una ansiedad muy fuerte en saber lo que está sucediendo.
Esta libertad de comunicación “gratuita”, tiene sus riesgos. Toda aquella información que se comparte puede terminar jugando en contra de uno y de ello no son muy conscientes. No hay mucha consciencia de cómo está expuesto uno, como de que todo aquello que se haga online queda registrado siempre. Hay en muchos casos, el querer refugiarse detrás de la pantalla o de un perfil creado y lo interesante es que están más expuestos que nunca. Los lugares públicos y privados sagrados han dejado de serlo. Hay una nueva configuración de la sociedad en cuanto al encuentro.